Aida Rojas: De InCover Magazine a Belle Poupée

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Aida Rojas: De InCover Magazine a Belle Poupée
Conociendo la belleza a través de tus ojos

Estaba viendo fotos de las que te recomienda Instagram, en base a mis intereses. Siempre doy Like a fotos monocromáticas, y quien me conoce sabe que ese es mi gusto y debilidad. En medio de tantas imágenes que veo, encontré una secuencia de editoriales de maquillaje con una estética sencilla, minimalista… sumamente sobria. De la curiosidad fui a dar a su muro. Creo que duré al menos una hora viendo sus publicaciones, para descubrir su trabajo como editora de belleza en la revista InCover Magazine; además que tiene su propia firma, Belle Poupée, en asociación con una amiga, que ofrece servicios de belleza, y la ha hecho viajar aún más.


¿Cuál fue mi sorpresa cuando iniciamos la entrevista? Que detrás de toda esa personalidad radiante y súper activa que tiene, hay una mujer sencilla y hogareña, que a medida que la vas conociendo te sorprende con una impresionante trayectoria en el medio. Y aunque su preparación académica pudo haber sido un poco accidentada, finalmente le dio las precisas herramientas para encarar el mundo de la belleza, un ambiente sumamente exigente, en el que, para poder tener éxito, no solo debes ser excelente, sino que también debes exudar pasión. Algo que puede costarle caro a las mujeres, al dedicarte tanto a la vida profesional.

¿Qué me gustó de Aida? Su felicidad. Es una mujer empoderada que vive a su ritmo, que solo detiene para dedicar tiempo a sus seres amados. Ahora que tiene 34 años, y se perfila como toda una empresaria en el mundo de la belleza. Más aun, me permitió conocerla y echar mano de su biografía.


Nací y crecí
Nació el 15 de julio de 1982, en Madrid, España. He de admitir, que encantó su confesión de cómo creció, porque me recordó la mía, y que ahora está dónde está, me inspiró mucho. Me dijo que sus padres siempre la animaron a buscar algo en lo que fuera feliz. “Si algo me marcó fue una frase que me dijeron: ‘Haz lo que más te guste y ahí, se la mejor’".

Siempre estuvo en ella el deseo de entrar en el mundo de la moda, “Desde bien pequeña en lugar de consumir otro tipo de prensa, recuerdo comprarme Vogue o revistas similares. Ahora tengo una gran colección de revistas de los 90” –Esto me hizo morir de envidia, porque yo empecé la mía en 2005-.

Como muchos profesionales, la academia está primero. Al terminar la preparatoria, realizó un curso de maquillaje. Su poco conocimiento en el área, la hizo enfocarse más hacia el mundo del cine. Fue cuando entró en la ECAM, una renombrada escuela de cine, donde tuvo el privilegio de aprender mucho sombre este ámbito, gracias a profesores como Mendez Leite o Ricardo Darín. Y claro está, también aprendió de su área con un gran maquillador: Carlos Paradela.
La voz de la razón nunca falta en la vida de nadie, la mayoría de las veces está representada para muchos en la figura materna. Tal es el caso de Aida, cuando su madre le aconsejó que también aprendiera peluquería, algo que en el momento “no me hacía mucha ilusión”, me confesó. “Más bien lo hice obligada por mi mamá, pero debo agradecerle tanto que me insistiera… Desde mi punto de vista es imprescindible tener conocimientos de ambas cosas”.


Al terminar el curso, trabajó en un salón de belleza como peluquera, mientras terminaba los estudios en ECAM. Y como nos ocurre a muchos, una amiga hizo que la llamaran para trabajar en un programa de televisión -El rival más débil, era emitido en Televisión Española-, así dio comienzo su trayectoria en este medio, al pasar por todos los canales principales de España. Grandes producciones contaron con su aporte, como Amar en tiempos revueltos o El comisario. Tras una década laborando, pasó a ser jefa de equipo de algunos proyectos, como la serie Rabia. Este cargo la llevó a dirigir incluso dos unidades de rodaje a la vez, en diferentes comunidades. Algo que confesó fue muy agotador, y también, muy satisfactorio.

Llegó un punto en el que pensé que me apetecía un cambio. Trabajar en ficción es bastante duro, cada vez se trabajaba en peores condiciones, y en pocas ocasiones te puedes recrear en un maquillaje de belleza, siempre es crear personajes y recrear su día a día”. Por suerte, el cambio vino cuando la llamaron para hacer teatro, que nunca antes había hecho. Todo un reto, al comenzar como Jefa Caracterizadora, para el musical de Hair. Después hizo Grease, ambos en la misma Gran Vía de Madrid. “Me maravilló recrear los años 70´y los 50´respectivamente. Fue una etapa que recuerdo con mucho cariño. Me gustó mucho el trabajo y la sensación de equipo que se tiene, el concepto es que entre todos se consigue la función, es un éxito muy coral”.

Coqueteando con la moda
Ella dice que por aquel entonces, comenzó a coquetear con la moda. Aquí es donde entra la influencia de su amigo y estilista, Arturo Argüelles, quien la llevó a trabajar en los inicios de InCover Magazine, revista en la que él es Director de Moda, y ella es de Belleza. “Desde entonces he continuado trabajando en moda y publicidad hasta el día de hoy, siempre creciendo y con la misma pasión que en mis inicios”.

Aun así, el año pasado fue invitada a participar en la recreación de la película Santa Teresa de Jesús, con Jorge Dorado como director, “…y me encantó, por supuesto, volver al mundo de la ficción audiovisual”.

Belle Poupée

Alternativamente, mientras realiza toda esa trayectoria, se embarcó en un proyecto al que llama “su hijo”, que muchos conocen como Belle Poupée, una empresa de servicios de belleza en la que funge como co-fundadora de la mano de su amiga, Mar Banda, a quien describe como “mi gran apoyo”. Mar también es maquilladora y llevan 4 -2012- años trabajando juntas, en esta iniciativa que no ha dejado de crecer desde el día que iniciaron con mucha ilusión. “Me encanta pensar en nuevos retos para la empresa y ponerlos en marcha, ahora, en breve una tienda online”. Hasta la fecha, uno de los trabajos más destacados que han tenido, fue para Spot de Bwin, con el Real Madrid en 2012; ocasión de la cual recuerda un divertido compartir con Sergio Ramos, “me hizo unos pases y estuvimos jugando unos minutillos con el balón, era muy simpático y divertido”.



CONFESIÓN
Respecto a experiencias laborales que me hayan gustado, creo que marcaría maquillar al guitarrista de Queen, Brian May. Vivir junto a monjas un mes en un Monasterio para realizar un rodaje, aprenderme las coreografías de Grease de tantas funciones que hice, y sobre todo llevarme todas las amistades que me hasta ahora tengo.
Al final tenemos un trabajo muy nómada y eso me encanta, conozco mucha gente y de ellos muchos se convierten en amigos.



Por LB
@LidROgue

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